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Abraham: Hombre Rico Contra el Materialismo


INTRODUCCIÓN

    A. Algunas personas suelen poner pegatinas en la luna o en el parachoques de su coche para llamar la atención de otros conductores. Quizá la más común es la que dice: "¡Bebé A Bordo!". Algunas pegatinas son graciosas, otras indecentes y aun hay otras que son de naturaleza religiosa.

      * Una vez vi una pegatina en la que se podía leer las palabras: "El que tiene más juguetes cuando muera, gana." Aunque nos parezca un poco gracioso, hay muchos que siguen esta filosofía. La meta principal de su vida consiste en buscar el contentamiento en las cosas físicas.

    B. Hace unos años vi una película en la cual el protagonista, un judío, se esforzaba por seguir lo que fue para él uno de los consejos más importantes de su vida. Su abuelo le había dicho que "el hombre que no tiene tierras no es nada." Después de escuchar estas palabras, el adquirir tierras llegó a ser la obsesión de su vida.

      * Temo que haya muchísimas personas en este mundo con la misma forma de pensar. Para los tales lo material es más importante que lo espiritual.

    C. Un día un "testigo de Jehová" dijo a un miembro de la iglesia de Sevilla que "uno no es hombre hasta que haya ganado sus primeros cinco millones de pesetas." (Se refería a ganar cinco millones por año, o aproximadamente $40,000 dólares.) ¡Esta forma materialista de pensar aun está en el mundo religioso!

    D. Hace varios años leí dos artículos interesantes que salieron en la misma página del periódico "International Herald Tribune" (June 14, 1995, p.7). El primero tuvo que ver con la lotería nacional de Gran Bretaña. Dijo que los que habían llegado a ser millonarios por esta lotería habían tenido que pasar a la clandestinidad a causa de "campañas odiosas" y que habían recibido sacos enteros de cartas de gente pidiendo dinero. Algunos de los premiados incluso habían tenido que trasladarse a otra parte del país y cambiar de nombre después de haber tenido "peleas con parientes y amigos" a causa del dinero.

      * En la misma página se halló otro artículo que hablaba de cómo la gente de Atlanta, Georgia (EE.UU.) estaba pensando en aprovecharse de los turistas que iban a viajar a la ciudad para los Juegos Olímpicos de 1996. Muchos estaban pensando en alquilar los dormitorios de sus casas por hasta mil dólares por noche y hasta diez mil dólares por semana por la casa entera. En el artículo, una señora revela que ella y su familia pensaban vivir en el garaje por dos semanas para que pudieran alquilar su casa. (No me entiendan mal. No estoy en contra del capitalismo, pero eso es aprovecharse de la gente.)

    E. Cuando llegué a Sevilla por primera vez en marzo de 1992 nos quedamos una noche en un hotel que cobraba 8.000 pesetas (aproximadamente $50.00) por habitación. ¡Imagínense cuál sería nuestro asombro cuando nos dijeron que iban a cobrar hasta 30.000 pesetas por habitación durante el tiempo de la Exposición Mundial! No es difícil ver que a veces en nuestro mundo se le concede mucha importancia al dinero.

    F. Por contraste, no se puede pasar por alto en la Biblia la gran fe de algunos hombres de Dios que no daban tanta importancia a las cosas materiales. Abraham, el padre de la nación judía, es uno de los mejores ejemplos.


I.
ABRAHAM: UN RICO CON UNA ACTITUD POCO COMÚN

    A. A diferencia de muchos ricos, para Abraham, el seguir la voluntad de su Dios era mucho más importante que todas sus riquezas, Heb. 11:8-10.

      1. v. 8 -- "y salió sin saber a dónde iba." (Véase Gn. 12:1-4.) Abraham dejó su tierra, sus parientes, y la casa de su padre para hacer la voluntad de Dios.

        a. ¿Qué habrían dicho muchos ricos de nuestro tiempo si hubieran estado en el lugar de Abraham? "¡Salir de Harán! ¡Dejar mi pueblo! ¡De ninguna manera! He hecho muy bien en este pueblo. ¿Por qué he de trasladarme a otro?"

        b. A veces, los que son ricos no quieren que nadie les diga como deben vivir. "Sobre mi dinero y mi zaranda, nadie manda." (Refranes, No. 2040, Editorial Ramón Sopena, S.A.) Abraham no era así. Para él, el obedecer los mandamientos de Dios era cosa mucho más valiosa que los bienes que poseía.

      2. v. 9 -- "habitó como extranjero en la tierra prometida ... morando en tiendas" Estas dos frases demuestran que, para Abraham, el vivir como rico no era tan importante. Aunque era "riquísimo" (Gn. 13:2), no concedía mucha importancia a sus riquezas.

        a. Aunque Dios le prometió que heredaría toda la tierra de Canaán (Gn. 13:14,15), Abraham dio la mejor parte a su sobrino Lot (Gn. 13:5-10). ¿Qué habría dicho la gente de hoy día? ¡Lo mejor es mío!

        b. No es malo ser rico en sí. El peligro consiste en CONFIAR en las riquezas (Mr. 10:23,24).

          * Hace unos años pudimos estudiar la Biblia con una señora de Granada. Cuando le enseñamos lo que tenía que hacer para llegar a ser cristiana, se puso a hablar con mucho entusiasmo de dos casas que había ganado con sus "propias manos". (Nos enseñaba las manos mientras hablaba.) Ella pensaba que sus riquezas significaban que ya tenía la aprobación de Dios y que no era necesario obedecer al evangelio. Pero no es así. Sólo porque somos ricos no quiere decir que estemos en la debida relación con nuestro Dios. Esto fue la equivocación de muchos judíos en el tiempo de Cristo.

      3. ¿Cómo es que Abraham no concedía mucha importancia a sus bienes materiales? (Véase Heb. 11:10.) Porque tenía los ojos fijos en la ciudad celestial. Sabía que todo lo material es temporal . Tenía la mente del peregrino.

    B. Hoy en día, muchos no piensan como Abraham. No quieren pensar en lo que viene después de la muerte.

      * Una vez un incrédulo dijo a uno de los hermanos de Sevilla: "Voy a estar en esta tierra pa' dos días. Así que, voy a disfrutarme como pueda."


II.
VIVIMOS EN UN MUNDO MATERIALISTA

    A. materialista. "Se aplica a las personas exclusiva o excesivamente preocupadas por los intereses materiales" (Diccionario María Moliner). Esta definición se puede aplicar a muchos hoy en día.

    B. Al principio del sermón, di algunos ejemplos de cómo la gente de EE.UU. e Inglaterra daban mucha importancia al dinero. Pero este grave problema se nota también en España. Como prueba de esto, consideren los siguientes dichos españoles tomados del libro Refranes (Editorial Ramón Sopena, S.A.):

      1. "No hay mal tan lastimero como no tener dinero." (nº 304)

      2. "Si quieres vivir en paz, ni prestes dinero ni entres en hermandad." (nº 458)

      3. "Bien habla la plata: cuando ella suena, todos callan." (nº 730)

      4. "Dios es omnipotente, y el dinero su teniente." (nº 783)

      5. "Si el corazón fuera de acero, no le venciera el dinero." (nº 1535)

      6. "Hay gentes tan discretas, que huelen a lo largo las pesetas." (nº 1558)

      7. "El mejor amigo, un duro." (Un duro equivale a cinco pesetas; nº 1781.)

      8. "Ojo al dinero, que es el amor verdadero." (nº 1897)

      9. "Sobre mi dinero y mi zaranda, nadie manda." (nº 2040)

      10. "El dinero hace milagros." (nº 2100)

      11. "¡Qué alegre son el del bolsón!" (nº 2109)

      12. "Más ablanda el dinero que palabras de caballero." (nº 2614)

      13. "Entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero." (nº 3490)

      14. "A mudos y ciegos hace testigos el dinero." (nº 3551)

    C. No hay que ser muy inteligente para saber que la gente da mucha importancia al dinero. Así es el caso con todos los países del mundo. Muchos están exclusiva o excesivamente preocupados por los intereses materiales.

    D. ¿Cuál debe ser la actitud del siervo de Dios hacia los intereses materiales?


III.
PONIENDO LAS COSAS MATERIALES EN SU SITIO

    A. Quizás el título de este sermón les parezca un poco extraño. ¿Cómo pudo Abraham ser hombre rico y a la vez estar en contra del materialismo? ¿No es contradictorio?

      1. ¡En absoluto! Ya hemos notado que aunque Abraham era hombre rico, se esforzaba por tener la actitud correcta hacia sus bienes materiales. Para él, aquellas cosas nunca eran más importantes que las cosas espirituales.

      2. En realidad, es posible ser rico sin ser "materialista." Abraham es un gran ejemplo de esto. Aunque era rico, no estaba exclusiva o excesivamente preocupado por los intereses materiales.

    B. La gente cita mal un versículo de la Biblia. Dicen: "Raíz de todos los males es el dinero." La Biblia no dice eso. Dice: "raíz de todos los males es EL AMOR al dinero", 1 Ti. 6:10.

      * No es malo ser rico en sí. Puede ser peligroso (1 Ti. 6:9) pero no es malo en sí (v. 17). Sí, es malo AMAR al dinero. "El dinero es bueno para siervo, pero malo para amo" (Refranes, nº 1121).

    C. En Mateo 6, Jesucristo da el mejor resumen de la actitud que el cristiano verdadero debe tener hacia los intereses materiales. (Véase Mt 6:25-34.)

      1. ¿Por qué hay muchas personas que están exclusiva o excesivamente preocupadas por los intereses materiales? Versículo 30 tiene la respuesta. No tienen fe. No confían en Dios sino en sí mismas.

      2. v. 33 -- Dios quiere tener el primer lugar en nuestra vida. A diferencia del dinero, Dios no es malo para amo. Siempre piensa en nuestro bienestar. Si dejamos que Él tenga el primer lugar, entonces nos dará lo que necesitamos para vivir (Sal. 37:25).

    D. Lo mejor es tener lo suficiente, ni mucho ni poco, Pr. 30:8,9.


CONCLUSIÓN

    A. En realidad, nosotros somos ricos como Abraham. Tenemos dónde vivir, tenemos ropa y comida en abundancia, tenemos coches, etc. Hay personas en este mundo que no tienen nada y pensamos que estamos sufriendo. Solo hay que encender el televisor para ver lo que está pasando en otras partes del mundo y verán que, en comparación, lo estamos pasando muy bien.

      1. Ya que somos ricos como Abraham, ¿cuál será nuestra actitud hacia nuestras riquezas? ¿Serán más importantes para nosotros que las cosas espirituales o pondremos la mirada en la ciudad celestial?

      2. ¿Tenemos la mente del peregrino o vamos a disfrutarnos como podamos sin tener en cuenta la voluntad de Dios?

    B. Durante su ministerio terrenal, Jesús reveló a sus discípulos que después de morir Abraham se había ido a un lugar de consuelo, Lc. 16:25. Ese lugar también se llama "el paraíso", Lc. 23:43. Si queremos estar en el mismo sitio, entonces imitemos su actitud y pongamos nuestra mirada en las cosas celestiales.




(De la página web http://www.buscad.com)